BFR para mejorar la calidad de vida.

La restricción del flujo sanguíneo se caracteriza como un método utilizado durante el ejercicio en cargas bajas de alrededor del 20-40% de una repetición máxima, o a una intensidad baja-moderada de ejercicios aeróbicos, en el que los manguitos que ocluyen la parte proximal de las extremidades pueden reducir parcialmente el flujo arterial y restringir completamente el flujo venoso de la musculatura para lograr los mismos beneficios que los obtenidos con el ejercicio de cargas altas.

En una de las últimas revisiones sistemáticas sobre la restricción del flujo sanguíneo abordaron su aplicación y efectos de la intervención BFR sobre el dolor, la funcionalidad y la calidad de vida en sujetos con patologías neuromusculoesqueléticas tan habituales en nuestro día a día en los centro de entrenamiento y fisioterapia.

Por lo general son patologías que implican una pérdida de funcionalidad, pérdida de fuerza y masa muscular, dolor crónico y una pérdida de la calidad de vida, lo cual, con las herramientas adecuadas, puede mejorarse sustancialmente en el paciente.

FUNCIONALIDAD

En cuanto al tiempo de resultado funcional se observó que el grupo de intervención BFR mejoró entre 2,9 y 6 sg en el sit-to-stand 5 veces (STS5), realizado

por pacientes con patologías como la esclerosis múltiple o la artroscopia de rodilla.

Esta diferencia en los resultados puede indicar que una presión más baja y caminar con intervención BFR obtienen mejores resultados que presiones más altas y ejercicios de fuerza.

En cuanto a las otras pruebas, hubo una tendencia a favor de la intervención BFR,

con una diferencia de 2 s con respecto al grupo control en el Four Square Step Test (FSST),y 4,4 s en el Ascenso Temporizado de Escaleras (TSA).

DOLOR

En relación con el dolor, se mostraron cambios a corto plazo de 5,6 puntos para el grupo de control en el KOOS.  

Quizás la falta de especificidad en la aplicación de la presión necesaria ocluir la arteria no es suficiente para crear adaptaciones en el sujeto así como para trabajar sobre la progresión.

Motivo por el cual en los últimos años son cada vez más los estudios que individualizan la presión y también se predica con ello en la práctica diaria en entornos clínicos y de rendimiento.  

Además, otro estudio mostró cambios para la intervención BFR grupo de 13,2 puntos en el apartado del dolor, hasta 30 puntos en los síntomas y actividades del apartado de vida diaria, 28 puntos en el apartado de calidad de vida, y 37,5 puntos en el de deporte sección.

Esto sugiere que el entrenamiento de fuerza, especialmente el entrenamiento de fuerza con poca carga junto con la intervención BFR, puede ser vital para pacientes con artroscopia de rodilla para aumentar el umbral del dolor.

Asimismo, se encontró una disminución media del dolor en la escala numérica de calificación del dolor (NPRS) a favor del grupo de intervención BFR de 2,6 puntos en sentadilla superficial con una sola pierna, 2,7 puntos en sentadilla profunda con una sola pierna y 2 puntos en la prueba de sentadilla lateral.

CALIDAD DE VIDA

En cuanto a la variable calidad de vida, a corto plazo se observaron cambios en cada una de las áreas del Cuestionario de Salud SF-36, con 10 puntos en el área de función física, 13 puntos en dolor corporal, cuatro puntos en vitalidad , 13 puntos en función social, 18 puntos en función emocional y 11 puntos en salud mental para el grupo de control, mientras que el grupo de intervención BFR mejoró 29 puntos en la sección de función física y seis puntos en salud general.

Sin embargo, ambos grupos mejoraron de forma similar en todos los apartados, lo que puede indicar que el ejercicio aeróbico con o sin intervención de BFR produce el mismo impacto en la calidad de vida de los sujetos.

CONCLUSIONES.

Los datos recopilados indican que los dispositivos de restricción del flujo sanguíneo son una alternativa terapéutica debido a su efectividad bajo diferentes modalidades de ejercicio.

Los beneficios encontrados incluyen disminuciones en los umbrales del dolor y mejora en la funcionalidad y calidad de vida del paciente neuromusculoesquelético durante las primeras seis semanas.

 Sin embargo, los resultados que brinda esta herramienta aún no son claros para intervenciones a mediano y largo plazo.

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